Josefina Cebrián es una escritora invidente la cual ama a los felinos.
Josefina ha adoptado ya a dos de nuestras bellas gatas, Boira y Cassandra las cuales gozan ya del calor de su hogar.
Tambien tenemos que agradecer a Josefina la donación de dos de sus libros para nuestro mercadillo solidario, destinado a recaudar ingresos extra para nuestro refugio.
Hoy, en el blog de APAO, os presentamos la poesía que dedica a los animales de nuestro refugio.
¡Esperamos que os guste!
Un día, de un mes y de un año
Que recuerdan los anales
Y se olvidó el calendario,
Un gran hombre al mundo dijo:
“Todos los animales
Tienen un soplo divino”.
Dotados de inteligencia
Y aunque sin voto ni voz,
Dijo Dios quién los creo,
Que también suya es la tierra.
Frente al odio entre los hombres,
El apego, la avaricia,
La traición y la envidia,
¡Enseñan los animales,
El amor y la armonía!.
Desde la historia del mundo,
Hasta hoy en nuestros días,
Muerte de inocentes vidas,
Siempre hay, habrá y hubo,
Por manos irracionales,
Que la sociedad tiene y tuvo.
¿Qué educación recibieron,
De quienes les enseño,
Aquellos que se distraen,
Matando a los animales,
Por placer y diversión?
Un dirigente de paz,
Respetado en el planeta,
Que hablo del reino animal,
Quiso que el hombre supiera,
Que a la fauna se ha de amar,
¡Pues la tierra es propiedad,
Igual del hombre que de ella!.
El gran Gandi dijo un día,
Para que todos lo sepan:
Que el grado de dignidad,
De desarrollo y honor,
De toda o cualquier sociedad,
¡La mide la evolución,
Del amor al animal!.
Hoy se pronuncia la ciencia,
De igual manera a sí mismo:
“Hay mucho enfermo de autismo,
Que recobra su consciencia,
¡Siendo el caballo, su amigo!”.
Hubo enfermos que postrados,
Por una gran depresión,
¡Lograron su curación,
Por el perro acompañados!.
Perdidos en las montañas
De grandes cimas nevadas,
Hubo personas buscadas,
¡También por perros halladas!.
¡Estos pobres inocentes,
Victimas de mil abusos!
Han prestado a los humanos,
Indolentes predadores,
Miles de servicios y usos:
Luchando contra la droga,
En peleas clandestinas,
Bajo el mando policial,
Acompañando a los ciegos
O yendo de cacería,
¿ Se les pregunto algún día,
Si ellos estaban de acuerdo?.
¡Qué decir de los maltratos,
A muchos perros y gatos
Condenados por las leyes,
Todavía insuficientes!
Quienes así se divierten,
Son aquellos individuos,
Incapaces de enfrentarse,
De hombre a hombre entre sí mismos,
Si lo hacen con las mujeres,
Con los niños, con los viejos,
¡y con todos los más débiles!
Si la ley les considera llamarse seres humanos,
Habrá humanos que prefieran,
¡De la ley ser descartado!
El espíritu animal,
Que en otro plano de luz
Protege a los animales,
¡Le debemos los mortales,
Gratitud por la salud!
Y tomar plena conciencia,
De que el avance y las ciencias,
¡Con ellos experimentan!.
Allá arriba en lo más alto
En lejanas dimensiones
Dónde moran las estrellas
Plenas de luz y de amor,
¡¡ El animal tiene grado !!,
DÓNDE MANDA EL GRAN SEÑOR,
Que al sexto día creo
A seres irracionales,
¡¡Pero lleno de razón!!
Al animal que en la tierra,
Le tienen por superior,
¡¡No es para Dios el mejor !!.
En los espacios azules de la otra dimensión,
Existen los tribunales
Que han de juzgar a mortales,
Por maltratar a unos seres
Que son la continuación
Y proyección del creador.
Los animales son cuerpos celestes,
Y como los celestes cuerpos,
Como los astros del firmamento,
¡¡Tienen gran luz y momento!!
Y yo Josefina Cebrián,
¡¡Sí!!, diré y digo lo mismo,
Cuando a ellos me refiero.
Por eso a los animales
Y a todos decirles quiero:
“que siempre permanecerán,
Vivos en mi pensamiento”,
¡¡Siempre, eternamente jóvenes!!,
¡Eternamente bellos!,
¡Y siempre y por siempre Eternamente eternos!,
Entre luces y entre sombra,
Entre voces y silencios,
Suspendidos en el espacio,
¡¡Como flotando en el tiempo!!
Fdo. JOSEFINA CEBRIÁN
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